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Formación cardiovascular de dos médicos paraguayos

Nos resulta grato comunicar un día de celebración del Sanatorio Migone Battilana a la comunidad médica, a los asociados de Seguros Médicos Migone y a la comunidad en general. 
El pasado miércoles 31 de julio del 2013, festejamos la culminación de la formación cardiovascular de dos médicos paraguayos, el Dr. Gustavo Ramírez y el Dr. Manuel Castillo y lo hacemos en compañía de las autoridades de éste nosocomio, el Dr. Nicolás Leoz a quien agradecemos por su generosidad y compromiso con ésta institución y todos sus proyectos, el Ing. Víctor Ribeiro y su señora esposa, Presidencia del Directorio del Sanatorio Migone Battilana, con todas las Gerencias de la institución y en compañía de distinguidos colegas quienes contribuyeron generosamente con la formación de éstos colegas.
El Dr. Gustavo Ramírez culminó su formación como Cardiólogo luego de completar la “Residencia de Cardiología” durante tres años. Esta es la primera residencia médica en Cardiología junto al Curso de Post Grado de Cardiología Clínica realizada en nuestro país en una Institución Privada en conjunto con la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. 
El Dr. Manuel Castillo culminó su formación en una Sub Especialidad de la Cardiología Clínica que es la de “Cuidados Cardiovasculares Agudos” a través del primer Fellowship cardiovascular desarrollado en nuestro país por el término de dos años. Con esto, el Sanatorio Migone Battilana a través de su Instituto Cardiovascular, se convierte en una institución pionera en la formación de sub especialistas en áreas específicas de la cardiología clínica. 
El Instituto Cardiovascular viene funcionando en el Sanatorio Migone Battilana desde el año 2006 y se han internado en la Institución 6500 pacientes, 2800 de ellos cardiovasculares críticos, 7000 estudios diagnósticos, más de 200 intervenciones por año entre hemodinamia, electrofisiología, cirugías cardiovasculares, implantación de dispositivos sin contar las consultas ambulatorias que día a día aumentan debido a la creciente clase media y las medidas de prevención que logran demorar las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, no son las tecnologías como tampoco la infraestructura lo fundamental en el acto médico sino la cualificación del personal que integran los departamentos y servicios. Desde hace tiempo que por ello se califican las instituciones médicas por ser “Universitarias o Afiliadas a una Universidad” como uno de los estándares fundamentales. Siguiendo esa perspectiva, el Sanatorio Migone Battilana ha impulsado el desarrollo de programas educacionales y firmó un convenio-afiliación del mismo con la Universidad Católica Nuestra Señora de Asunción, para la creación y desarrollo de diferentes especialidades, inicialmente con Cardiología desde el Instituto Cardiovascular y desde éste año con Medicina Interna con 4 nuevos residentes.
Involucrarse en la educación es un desafío formidable para la medicina privada paraguaya dado que contribuiría sustancialmente a la mejoría de la calidad asistencial médica, de investigación y todo ello a través de la docencia.